viernes, 19 de octubre de 2007

Allen Ginsberg - America

America

América te lo he dado todo y ahora no soy nada.
América dos dólares y veintisiete centavos 17 de enero de 1956.
No puedo soportar mi mente.
América ¿cúando acabaremos con la guerra humana?
Métete tu bomba atómica por el culo.
No me encuentro bien no me molestes.
No escribiré mi poema hasta que no tenga la cabeza como Dios manda.
América ¿cuándo serás angélica?
¿Cuándo te desnudarás?
¿Cuándo te mirarás a través de la tumba?
¿Cuándo serás digna de tu millón de trotskistas?
América ¿por qué tus bibliotecas están llenas de lágrimas?
América ¿cuándo enviarás tus huevos a la India?
Estoy harto de tus exigencias demenciales.
¿Cuándo podré ir al supermercado y comprar lo que necesito por mi cara bonita?
América al fin y al cabo tú y yo somos perfectos y el mundo vecino no.
Tu maquinaria es demasiado para mí.
Me haces desear ser un santo.
Debe haber otra manera de resolver esta discusión.
Burroughs está en Tánger no creo que vuelva esto es siniestro.
¿Eres siniestra o esto forma parte de alguna broma pesada?
Estoy tratando de ir al grano.
Me niego a renunciar a mi obsesión.
América deja de presionarme yo sé lo que hago.
América las flores de los ciruelos están cayendo.
Hace meses que no leo los periódicos, todos los días se juzga a alguien por asesinato.
América me pongo sentimental si pienso en los Wobblies.
América de pequeño era comunista y no me arrepiento.
Fumo marihuana siempre que puedo.
Me quedo sentado en casa días enteros y miro las rosas del armario.
Cuando voy a Chinatown me emborracho y nunca consigo follar.
Está claro que tendremos problemas.
Tendrías que haberme visto leer a Marx.
Mi psicoanalista piensa que estoy perfectamente bien.
No quiero decir la plegaria del Señor.
Tengo visiones místicas y vibraciones cósmicas.
América aún no te he dicho lo que le hiciste al tío Max cuando llegó de Rusia.
Me dirijo a ti.
¿Piensas dejar que tu vida emocional sea dirigida por la revista Time?
Estoy obsesionado por la revista Time.
La leo cada semana.
Su portada me mira fijamente cada vez que paso por la cafetería de la esquina.
La leo en el sótano de la biblioteca pública de Berkeley.
Siempre habla de responsabilidad. Los hombres de negocios son serios. Los productores de cine son serios. Todo el mundo es serio menos yo.
Me parece que América soy yo.
Ya vuelvo a hablar solo.

Asia se está levantando contra mí.
Tengo menos posibilidades que un chino.
Es mejor que considere mis recursos nacionales.
Mis recursos nacionales consisten en dos porros de marihuana millones de genitales una literatura privada impublicable que va a 1.400 millas por hora y veinticinco mil instituciones mentales.
Sin mencionar mis prisiones ni los millones de desamparados que viven en mis macetas bajo la luz de cinco mil soles.
He abolido las casas de putas en Francia, tánger será la próxima en caer.
Mi ambición es ser presidente a pesar de que sea católico.
América ¿cómo puedo escribir una letanía sagrada con tu humor estúpido?
Continuaré como Henry Ford mis estrofas son tan individuales como sus automóviles y aún más porque todas son de sexos diferentes.
América te venderé estrofas a 2.500 dólares la pieza 500 dólares menos que tu vieja estrofa.
América libera a Tom Mooney.
América salva a los republicanos españoles.
América Sacco y Vanzetti no deben morir.
América soy los chicos de Scottsboro.
América cuando tenía siete años mamá me llevaba a los mítines de una Célula Comunista nos vendían garbanzos un puñado por entrada una entrada costaba cinco centavos y los discursos eran gratis todo el mundo era angélico y sentimental con los obreros todo era tan sincero que no tienes ni idea de qué cosa más bonita era el partido en 1835 Scott Nearing era un viejo maravilloso un mensch auténtico Madre Bloor la Ewig-Weibliche de los vagistas de la seda me hizo llorar una vez vi al orador yiddish Israel Amter en persona. Todos deben haber sido espías.
América en realidad no quieres ir a la guerra.
América son esos rusos malvados.
Esos rusos esos rusos y esos chinos. Y esos rusos.
Rusia nos quiere comer crudos. Rusia está loca por el poder. Quiere sacar nuestros coches de nuestros garajes.
Quiere apoderarse de Chicago. Necesita un Reader's Digest Rojo. Quiere nuestras fábricas de coches en Siberia. Que su enorme burocracia dirija nuestras gasolineras.
Esto no está bien. Ugh. Enseñará a leer a los indios. Necesita grandes negrazos negros. Ah. Nos hará trabajar dieciséis horas diarias. Socorro.
América esto es bastante serio.
América esto es la impresión que tengo cuando miro el televisor.
América ¿esto es correcto?
Será mejor que me ponga a trabajar ahora mismo.
Es cierto que no quiero entrar en el ejército o hacer de tornero en fábricas de piezas de precisión, en todo caso soy miope y psicópata.
América estoy arrimando mi hombro marica a la rueda.

Allen Ginsberg, 1956.

1 comentario:

cristina Reyes dijo...

America waw, ese poema es impresionante, en realidad varias cosas que el escribe son impresionantes, ese desapego de las palabras hermosas para escribir hechos nefastos... eso que te hace querer vomitar al leer, que te deja mirando el techo oscuro al ir a dormir....


besos... no se para quien .